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Medina de Rioseco es una villa que te invita a viajar en el tiempo y sumergirte en la riqueza histórica de Castilla y León. Al llegar, las antiguas murallas y puertas que una vez defendieron la ciudad te dan la bienvenida, recordándote la importancia estratégica de este enclave durante siglos. El casco antiguo está repleto de palacios y casas solariegas, que atestiguan la grandeza de las familias nobles que alguna vez dominaron la región. Entre sus joyas arquitectónicas, destaca la Alhóndiga o "el Torno", un edificio que encapsula la esencia de la arquitectura popular de la villa.
Pero Medina de Rioseco no es solo una ciudad amurallada, también cuenta con el imponente Canal de Castilla, que atraviesa el municipio y es uno de los mayores logros de ingeniería civil de la España del siglo XVIII. No te pierdas la oportunidad de realizar un crucero fluvial por este canal, que fue fundamental para el comercio y el desarrollo de la región. A orillas del canal, puedes visitar la Fábrica de Harinas San Antonio, hoy convertida en museo, que te transporta a una época en la que la molienda era un motor económico clave. Un recorrido por sus instalaciones te permitirá entender cómo funcionaban los ingeniosos mecanismos hidráulicos que daban vida a la fábrica.
No puedes dejar Medina de Rioseco sin visitar el Museo de San Francisco, un antiguo convento franciscano fundado por la poderosa familia Enríquez, almirantes de Castilla. Este edificio gótico, construido a finales del siglo XV, te sorprenderá con sus bóvedas estrelladas y su impresionante colección de arte sacro. Entre sus piezas más notables, destacan los retablos platerescos de piedra, las tribunas de órgano de los Hermanos del Corral, y las estatuas en bronce de Dª Ana y Dª Isabel de Cabrera, que te sumergen en la historia de la nobleza castellana.
Si lo tuyo es la cultura y las tradiciones, el Museo de Semana Santa en la Iglesia de Santa Cruz es una parada obligada durante tu visita a Medina de Rioseco. Este museo alberga una impresionante colección de pasos procesionales que abarcan desde el siglo XV hasta el XX, cada uno de ellos una obra maestra del arte religioso y símbolo de la devoción popular. Al adentrarte en sus salas, no solo apreciarás el exquisito trabajo de los escultores y artesanos que dieron vida a estas piezas, sino que también sentirás el fervor y la pasión que han marcado la Semana Santa riosecana durante siglos. Esta festividad, declarada de Interés Turístico Internacional, es mucho más que una celebración religiosa; es una tradición que une a toda la comunidad, movilizando tanto a cofradías como a familias enteras que, año tras año, se preparan para vivir y compartir una de las conmemoraciones más emocionantes de Castilla y León. A través del museo, no solo descubrirás la historia de estos pasos, sino que también te sumergirás en el alma de una celebración que transforma a la ciudad cada primavera.
Para los amantes de la naturaleza y la gastronomía, Medina de Rioseco ofrece una experiencia única a través del oleoturismo. Situado en el hermoso paraje del Pago de Valdecuevas, muy cerca del histórico cerro del Moclín, podrás adentrarte en el fascinante mundo del aceite de oliva virgen extra (AOVE). Aquí, en una de las almazaras más emblemáticas de la región, tendrás la oportunidad de aprender todo sobre el proceso de producción de este preciado elixir, desde la recolección de las aceitunas hasta la extracción del aceite. Pero la experiencia no termina ahí: podrás participar en una cata de diferentes variedades de AOVE, donde descubrirás los matices de sabor, aroma y textura que lo convierten en un ingrediente indispensable en la gastronomía mediterránea. Además, mientras disfrutas del entorno rural, rodeado de olivos que se extienden hasta donde alcanza la vista, comprenderás por qué el aceite de oliva es conocido como el "oro verde", tanto por su valor culinario como por sus beneficios para la salud. En Medina de Rioseco, la historia, la cultura y la naturaleza se fusionan para ofrecerte un viaje auténtico y lleno de sabores inolvidables.
Además de sus riquezas históricas y culturales, Medina de Rioseco ofrece otros rincones llenos de encanto que invitan a la exploración. Sus calles empedradas te llevarán a descubrir edificios singulares, como los palacios renacentistas que aún conservan los escudos de las familias que los habitaron, testigos silenciosos de un pasado lleno de esplendor. Uno de los lugares más emblemáticos es la Plaza Mayor, donde la vida cotidiana sigue latiendo con la misma fuerza que antaño. Aquí puedes disfrutar de la gastronomía local en los bares y restaurantes que rodean la plaza, degustando platos tradicionales como el lechazo asado o la morcilla de la tierra, acompañados por un buen vino de la región.
El Centro de Interpretación del Canal de Castilla es otro de los puntos de interés que no puedes dejar de visitar. Este espacio te ofrece una visión profunda sobre la historia y el funcionamiento del canal, su importancia como vía de transporte y su impacto en la economía agrícola. A pocos pasos de aquí, puedes embarcarte en un crucero fluvial que te llevará por las aguas del canal, permitiéndote apreciar la serenidad del paisaje castellano desde una perspectiva única. Al recorrer sus aguas tranquilas, comprenderás el papel crucial que jugó este canal en la construcción de la Medina de Rioseco que conocemos hoy, una villa en la que el pasado y el presente se fusionan para ofrecer una experiencia turística singular.
Medina de Rioseco es un destino que cautiva a los viajeros por su riqueza histórica, su impresionante patrimonio cultural y la serenidad de su entorno natural. Cada rincón de la villa te invita a descubrir una parte del legado de Castilla, desde sus iglesias góticas hasta el tranquilo Canal de Castilla. Ya sea explorando sus monumentos, paseando por sus calles empedradas o navegando por sus aguas, Medina de Rioseco ofrece una experiencia completa donde el pasado cobra vida. No importa si buscas un viaje cultural, gastronómico o de relajación, esta villa tiene algo especial para ofrecer a cada visitante, convirtiéndola en una parada imprescindible en tu recorrido por la región.
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